Elevadores de inodoro : ¿Cuál escoger?
Ir al retrete con cierta independencia es importante y los inodoros actuales son por lo general demasiado bajos por lo que muchas personas tienen dificultad para sentarse y para incorporarse.
Un asiento elevado colocado sobre el retrete proporciona una mayor altura y permite más intimidad en esta actividad tan personal. Los asientos elevadores son así una ayuda prácticamente imprescindible para incorporarse y sentarse con el mínimo esfuerzo y seguridad.
Los especialistas opinan que disminuye el riesgo de caídas en pacientes osteoporóticos y está especialmente recomendado para hemipléjicos, personas con prótesis o artrodesis de cadera o cualquier otro proceso degenerativo de la cadera o rodilla que limite la movilidad por dolor.
Se adaptan al retrete sin la necesidad de herramientas y en pocos minutos.
Un elevador de inodoro para cada necesidad
Los elevadores de WC suplementan la altura del inodoro existente en 5, 10 o 15 cm. Para escoger el más apropiado hay que tener en cuenta la altura del usuario. A pesar que el más habitual es el de 10 cm, una persona alta puede precisar el de 15 cm y para una persona más bajita el de 5 cm será suficiente.
Cuando un inodoro es utilizado por más de una persona se recomienda el de 10 cm. de altura. Existen elevadores que se pueden regular en el momento de su instalación en las 3 alturas.
Para los que precisan una ayuda complementaria los elevador4es pueden incorporar apoyabrazos para incorporarse y sentarse con más facilidad. Los brazos son abatibles para permitir una transferencia lateral, por ejemplo desde una silla de ruedas.
Los que deben permanecer mucho tiempo sentados en el WC deben utilizar elevadores blandos por su comodidad y para evitar la aparición de úlceras por presión.
Para el post operatorio inmediato de cadera están recomendados los elevadores graduables en inclinación ya que evitan la flexión exagerada de cadera y disminuye el riesgo de luxaciones.
Elevadores de WC de altura e inclinación graduable.
Este es el elevador más versátil y seguro del mercado. Para adaptarlo apropiadamente a cada usuario se puede ajustar a 3 diferentes alturas y además se puede regular en inclinación. Todo ello sin herramientas y en pocos minutos.
Proporciona la máxima seguridad ya que este elevador va montado directamente (sin necesidad de herramientas) en los orificios que tienen las tazas del inodoro.
Elevadores de WC estándar.
Este económico pero seguro y eficaz elevador es de plástico completamente sellado, que resiste los olores y las manchas. El acabado suave facilita las transferencias laterales y su recorte trasero de gran tamaño, para el coxis, proporciona una postura cómoda, y fácil acceso para la higiene personal.
Se adapta a la mayoría de retretes sin necesidad de obras o instalaciones y con sólo apretar las dos palomillas laterales el elevador se mantendrá seguro y firme sobre la taza del WC.
Reposabrazos para WC.
Las personas que tienen dificultad para sentarse o incorporarse del retrete encuentran una gran ayuda en los reposabrazos auxiliares. Muchas personas no quieren alicatar barras de apoyo en la pared por razones estéticas, incluso en algunos casos por la distribución o dimensiones del baño esto no es posible.
Para estos casos hay diferentes opciones, todas funcionales y pensadas para utilizar el WC con la mayor independencia posible y sobre todo con seguridad. Hay brazos que van fijados directamente sobre la porcelana del inodoro y quedan así integrados; ésta es una solución muy estética.
Existen también brazos apoyados directamente sobre el suelo, una solución económica y práctica ya que son regulables en altura. Para los más exigentes desde el punto de vista ergonómico y de diseño hay soluciones que combinan los reposabrazos auxiliares y un elevador de WC.
Sillas con inodoro incorporado.
No siempre queremos desplazarnos hasta el lavabo mas próximo, incluso a veces esto representa alguna dificultad.
También hay muchos casos en los que se precisa llegar al WC con urgencia, y en todos estos casos es conveniente contar con la ayuda de una silla que incorpore un WC que se puede colocar junto a la cama, en el hogar, la residencia o la clínica.
Muchas de estas sillas tienen un aspecto atractivo y discreto que disimulan perfectamente la función para la que han sido diseñadas, y no desentonan con el mobiliario. Un asiento acolchado esconde el orificio del WC, y así poderla utilizar como una silla corriente cuando está fuera de uso.